Antes de llegar al óvalo Cuadrado, por la calle Sin Salida: Existe
un edificio de quince pisos y catorce techos. Todas las personas que habitan
ese edificio son hombres de diferentes edades. Todos, sin excepción, se llaman
Carlos.
En las noches se origina una gran confusión dentro del
edificio cuando Carla, una anciana de ochenta y tres años, pasa religiosamente por
el lugar y grita ¡Carlos!
La mayoría de los Carlos piensan que está loca o que
disfruta creando tal alboroto.
En el último piso del edificio de los hombres que llevan el mismo nombre, vive
un anciano que sufre de insomnios y de alucinaciones, así que duerme poco y
sueña mucho. Vive en compañía de un gato. Hoy le ha contado a su gato sobre una
mujer llamada Carla a la cual amó, ama y jura con aires futuristas que seguirá
amando. Hasta el día de hoy aquel anciano espera poder oír la voz de aquella
mujer pronunciando su nombre.
Como no podía ser de otra manera el anciano se llama Carlos, ha quedado sordo
pero cree que no. El gato se llama igual que tú. Tú has sido convertido en gato
y también creerás que no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario